En cada obra que está por realizarse, el Project Manager debe considerar qué tipo de cemento utilizar en la construcción. A pesar de que existan varios tipos de cemento, comúnmente se utiliza el Tipo I y II.
Tipo I
Es el de más amplio uso, ya que es el que se usa cuando no se especifica el uso de ninguno de los otros. En construcciones es el que se usa generalmente para todo aquello que no sea estructural. En albañilería, este es casi exclusivamente el que se usa.
Existen variaciones de este tipo de cemento derivado de algunos adicionados. Por ejemplo, existe el cemento tipo UG o de Uso general, que es una versión más versátil y resistente. Una versión prémium, digamos.
Pavimentos, pisos, edificios en concreto armado, puentes, tubería, productos de concreto prefabricado son algunos de los usos comunes del cemento Tipo I y del Tipo UG.
Tipo II
Aquí empezamos a hablar de sulfatos. Los sulfatos son sales de azufre que tienen un efecto corrosivo en el concreto (y en otros materiales).
El cemento tipo II presenta una moderada resistencia a estos sulfatos. Por eso, este cemento se utiliza en obras donde se sabe que hay una exposición moderada a estos.
Son ideales para obras que estarán en contacto con suelos con sulfato, como tuberías de concreto o bases estructurales.
Tipo III
Este es muy similar al Tipo I, pero es más fino, lo que ayuda a que ofrezca una alta resistencia inicial. ¿A qué se refiere esto? Básicamente, se endurece en menos tiempo.
Eso quiere decir que está listo en menos tiempo, lo que lo hace muy útil para elementos estructurales que necesitan soportar mucha presión en poco tiempo.
Digamos, por ejemplo, las columnas de un primer nivel cuando se necesita en un par de semanas empezar la construcción del segundo.
Tipo IV
Cuando el cemento está fraguando (endureciéndose) genera calor y mientras mayor cantidad, mayor calor.
Y el cemento Tipo IV está hecho para generar la menor cantidad de calor posible durante ese proceso. Esto es especialmente importante cuando se trabaja en obras de construcción que requieren cantidades masivas de concreto, como carreteras, presas o similares, ya que podrían generar demasiado calor.
Sin embargo, esto hace que el tiempo de fraguado para que tengan una resistencia óptima sea mucho más largo.
Tipo V
El tipo V es la versión extrema del Tipo II, se utiliza en concretos que estarán expuestos a la acción severa de sulfatos. Claro, para casos extremos depende mucho de que los materiales de la mezcla presentan baja permeabilidad.
Este es el cemento ideal para construcciones portuarias, por ejemplo.
Existen más tipos de cemento (¿sabías que hay cemento blanco?), dependiendo de aditivos y otros elementos, pero estos son los principales tipos de cemento a grandes rasgos. ¿Los conocías todos?